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por Francesc Grauet

Mi último artículo publicado en este medio, versaba sobre el síndrome de Ulises que sufren las personas migrantes. El artículo presente no es la continuación del anterior, aunque la temática que desarrollo está íntimamente relacionada.

La migración en principio no tiene que ser un término o palabra negativa. Las personas intentamos prosperar y mejorar nuestra calidad de vida y a la vez un futuro esperanzador para nuestras familias.

No debemos olvidarnos que la migración lamentablemente tiene muchos aspectos oscuros y lúgubres. Las migraciones ilegales esconden un gran negocio de tráfico de personas a nivel global que da grandes beneficios económicos, manchados con sangre y miles de vidas humanas explotadas o muertas.

Cuando se habla de las migraciones y sus múltiples consecuencias, muy poca gente habla de las mujeres que se quedan en el país y sociedad de origen de los migrantes. Un aspecto muy poco estudiado, pero para mí muy interesante. ¿Qué pasa con las parejas de los migrantes que se marchan de su país? Estas mujeres se quedan en el lugar de origen y deben afrontar múltiples cambios a nivel familiar, social y económico, que supone la marcha de sus parejas.

Todas las informaciones y políticas de los diferentes medios de comunicación y países receptores de migrantes, ponen el foco en las personas que deben abandonar sus hogares, en busca de su sueño de una vida mejor. ¿Pero cómo afrontan este vacío las parejas, hijos y familiares que no emprenden el viaje y se quedan a esperar a que regresen o les reclamen desde los países del primer mundo? Tema triste, pero digno de estudio.

Como hago siempre antes de empezar un artículo, realizo una búsqueda bibliográfica sobre el tema que me ocupa y me preocupa, pero esta vez la bibliografía ha sido muy escasa. Este hecho me ha sorprendido y ha sido una dificultad, pero a la vez una motivación extra en su redacción.

Evidentemente, no será mi artículo más extenso, pero quiero aportar mi granito de arena para que esta problemática tan olvidada e infravalorada, sea atractiva para futuras investigaciones.

INTRODUCCIÓN

Si nos remitimos al informe sobre las migraciones en el mundo del año 2022, encontramos 282 millones de migrantes internacionales, lo que significa el 3,6% de la población mundial, donde del total de migrantes 135 millones son mujeres que representan el 3,5% de la población femenina mundial, y el 48% del total de migrantes del planeta.

Pero no me voy a centrar en las mujeres migrantes, sino en las mujeres que sufren la migración de otro modo. Las mujeres que se ven afectadas por la migración de sus parejas. Su cambio vital es evidente, deben asumir un cúmulo de nuevas responsabilidades, tales como: bienes materiales, la provisión de afectos, y los cuidados de los hijos. Deben enfrentarse a las nuevas obligaciones de carácter material y emocional. Lo descrito hasta ahora, las convierte en familias transnacionales o flotantes, deben de ser capaces de adaptarse a la lejanía de sus parejas, a buscar el equilibrio emocional y la relación entre la sociedad en la que conviven y sus rasgos culturales propios. Si las mujeres de migrantes y sus familias no se reconfiguran correctamente en el ámbito familiar, la distancia física y emocional crea tensión y heridas psicológicas difíciles de cerrar.

ASPECTOS A CONSIDERAR

Podemos definir un síndrome como el conjunto de síntomas que se presentan a la vez y que caracterizan una enfermedad o cuadro patológico. Pudiendo llegar en un futuro inmediato a incrementar el riesgo de sufrir un padecimiento.

La mujer, la pareja de la cual emigra, debe de afrontar unos cambios drásticos en su nueva faceta social y cultural, todo ello sumado las obligaciones económicas y las responsabilidades que su rol de género les impone. Se produce un trauma disociativo ocasionado por el dolor psicológico de la separación. A corto plazo no provoca consecuencias, pero al dilatarse en el tiempo los efectos emergen y son profundos y duraderos.

Estos trastornos psicológicos que no mentales, se engloban en el síndrome de Penélope. En el clásico de Homero, la Odisea, Penélope era la mujer de Ulises, Rey de Ítaca. Le estuvo esperando 20 años a que regresara de la guerra. A las mujeres con pareja migrante se les denomina “Penélopes modernas”.

MANIFESTACIONES FÍSICAS

Las manifestaciones físicas pueden ser múltiples. Estas pueden ser: hipertensión arterial, diabetes, sofocos, taquicardias, dificultad respiratoria, desvanecimientos, hormigueos y mareos. No menos infrecuente es padecer: cansancio, debilidad, caídas fortuitas, cefaleas, obesidad, gastritis y colitis ulcerosa. En los pocos estudios que existen también se han hallado problemas de columna y articulaciones, problemas respiratorios, insomnio y patologías ginecológicos como, infecciones sexuales, miomas y quistes.

MANIFESTACIONES EMOCIONALES

El estudio del síndrome de Penélope, nos ayuda a valorar el bienestar emocional de las mujeres cuya pareja ha emigrado.

Las principales manifestaciones son: malestar general e impreciso, ansiedad, tristeza, desánimo y falta de motivación. No son infrecuentes los sentimientos de culpa por el malestar que padecen. La depresión en diversos grados, nerviosismo y poca capacidad de control de las emociones, también están presentes.

Se han descrito alteraciones emocionales no solo en las parejas de los migrantes, no debemos olvidarnos de las madres, hijas y hermanas. También afectadas a la vez, y aún más olvidadas que las mujeres de migrantes.

EN CONCLUSIÓN

La mujer afectada por el síndrome de Penélope tiene afectados cuatro aspectos y que les condiciona su presente y futuro. Estos son la autoestima, el estrés, el nivel de ansiedad y más probabilidad sufrir depresión.

No podemos negar la evidencia de que la vulnerabilidad y los riesgos sobre la salud de las parejas de migrantes, desembocan en una afectación a nivel emocional y mental. Pero quiero remarcar que prácticamente no sabemos nada por la falta de estudios. Falta investigación.

Animémonos a estudiar y ampliar el conocimiento sobre el síndrome de Penélope.

Francesc Grauet, Enfermero Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria, Máster en Atención Prehospitalaria y Hospitalaria Urgente

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Vargas-Ribas, C. L. A. U. D. I. A. "La feminización de las migraciones: algunas reflexiones." Revista sobre Fronteras e Integración Regional 27.54 (2022): 87-99.
  2. Eguiluz, Itzel. "Entre Ulises y Penélope: integrar la perspectiva de género en los estudios sobre la salud mental de las mujeres migrantes." REMHU: Revista Interdisciplinar da Mobilidade Humana 29.63 (2021): 159-177.
  3. González Robles, Irma Diana, et al. "El síndrome de Penélope: reflexiones sobre algunos indicadores del bienestar emocional." Región y sociedad 27.63 (2015): 249-277.
  4. Campos, Inés Isabel Cortés. "Sentimientos, migración y familia. El caso de las mujeres michoacanas con pareja migrante." Antrópica revista de ciencias sociales y humanidades 9.17 (2023): 91-116.

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