Un equipo del Clínic Barcelona-IDIBAPS ha liderado un gran metaanálisis
donde se relacionan las cada vez más altas temperaturas con un incremento
de un 5 % en los casos de suicidio, un aumento que podría llegar al 7 % en
2050. Además, el trabajo vincula la exposición a disolventes o
contaminantes con la demencia, deterioro cognitivo y algunos trastornos
mentales
Avtar | Pixabay |
Un trabajo, liderado por investigadores del Clínic Barcelona-IDIBAPS, ha
reanalizado todos los metaanálisis realizados a escala global sobre los
efectos del cambio climático y la contaminación atmosférica sobre la salud
mental y ha encontrado asociaciones importantes entre el aumento de
temperatura y el incremento de mortalidad por suicidio o trastornos mentales.
También se ha relacionado la exposición a varios contaminantes con una mayor
incidencia de demencia o deterioro cognitivo.
Los efectos directos del cambio climático y la contaminación en la salud
física de las personas, como los problemas cardiorrespiratorios o sus efectos
cancerígenos, son ampliamente conocidos. También existe una gran preocupación
por el impacto que genera en la salud mental, pero hasta ahora no se había
realizado un análisis completo de la evidencia existente.
Para el estudio publicado en la revista World Psychiatry se han revisado
todos los metaanálisis publicados hasta el momento en los que se relacionaba
cambio climático o contaminación atmosférica con salud mental para agrupar
todos los resultados obtenidos en un gran metaanálisis (lo que se conoce
como umbrella review) de donde poder extraer conclusiones sólidas.
El metaanálisis lo han liderado el grupo Imagen de los trastornos
relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad (IMARD), dirigido por
Joaquim Raduà, y el de Trastornos bipolares y depresivos, encabezado por
Eduard Vieta, jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Clínic
Barcelona, ambos también miembros de la Universidad de Barcelona y del
área de Salud Mental del CIBER (CIBERSAM).
MÚLTIPLES IMPACTOS
Uno de los resultados más importantes es la asociación que se ha encontrado
entre el aumento de la temperatura y los incrementos de suicidios.
Concretamente, se ha estimado que el calentamiento global puede haber hecho
aumentar un 5 % de casos de suicidios y se prevé que este aumento llegue al
7% de cara a 2050. También se ha visto un incremento de comportamientos
suicidas e ingresos en hospitales debido a esta problemática.
"Estos datos sobre el impacto del cambio climático en la salud mental se
añaden a los que ya conocíamos sobre el impacto en la salud física,
obligándonos en mayúsculas a impulsar urgentemente iniciativas globales para
luchar contra el cambio climático", comenta Joaquim Raduà, primer autor de
este artículo.
Joaquim Raduà y su equipo también han encontrado que la exposición a largo
plazo a disolventes está relacionada con una mayor incidencia de casos de
demencia o deterioro cognitivo. Concretamente, la exposición a niveles
elevados de productos como el tolueno (utilizado en pinturas, esmaltes,
barnices y adhesivos, entre otros) aumenta la probabilidad de desarrollar uno
de estos trastornos.
"El uso de estos disolventes plantea riesgos graves para la salud,
especialmente en países de renta baja o media, donde las alternativas a
estos materiales tan económicos son difíciles de encontrar para la
construcción o fabricación", comenta Michele De Prisco, investigador del
IDIBAPS y coprimer autor del estudio. “Debido a que son productos que se
utilizan a escala mundial, se espera que las emisiones de estos
contaminantes se dupliquen de cara a 2030, lo que es alarmante teniendo en
cuenta que ahora sabemos que no sólo tienen un riesgo ambiental, sino que
también afectan seriamente a la salud mental”, añade.
En este estudio también se indica que exponerse durante el segundo trimestre
del embarazo a partículas contaminantes (que pueden contener una variedad de
sustancias como benzopirenos, furanos o metales pesados) provenientes de
combustibles fósiles y actividades industriales, puede incrementar la
incidencia de depresión postparto.
Por último, también se ha encontrado que la exposición a altos niveles de
dióxido de azufre (proveniente de la combustión de petróleo y otros
combustibles sólidos en la industria) puede incrementar el riesgo de
recaída en pacientes con esquizofrenia.
“Gracias a este estudio, ahora tenemos evidencia robusta del impacto
negativo de que el cambio climático y la contaminación están ejerciendo
sobre la salud mental en todo el mundo. Estos resultados pueden utilizarse
para informar a las autoridades y aumentar la sensibilización pública
sobre el impacto de la contaminación atmosférica y los riesgos del cambio
climático en la salud mental y así buscar y aplicar medidas para
prevenirlo”, afirma Raduà.
Referencia:
Radua, J et al. Impact of air pollution and climate change on mental
health outcomes: an umbrella review of global evidence. World Psychiatry
(2024)
Artículo publicado originalmente en SINC
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