Banc d'Imatges Infermeres, Foto: Ariadna Creus / Àngel García | Flickr


La enfermería es considerada la más veterana de las artes y la más joven de las profesiones.
Cuidar es una actividad tan antigua como la humanidad misma. Durante muchos años el cuidado no constituyó un oficio o profesión, era la forma en que una persona prestaba ayuda a otra. Tuvieron que pasar muchos siglos hasta que el cuidar se constituyera como un valor ético y social, y otros tantos hasta convertirse en toda una disciplina.

La labor de cuidado fue inicialmente relegada al hogar, siendo asumido el rol de cuidar mayoritaria y tradicionalmente por las mujeres. Confinado en el ámbito doméstico, sin remuneración y como obligación asignada a la mujer, el cuidado se volvió invisible, hasta que la Enfermería, desde sus comienzos, hizo del cuidar la esencia de su profesión.

La historia ha mostrado que cuidar es una acción intrínseca a la experiencia humana y que también ha sido ejercida ampliamente por los hombres a lo largo de los siglos en diferentes contextos (religioso, militar, clínico, comunitario).

Las prácticas de cuidado, desde sus inicios, tuvieron diferenciación con relación al género. Esto se evidencia en el hecho de que las prácticas alrededor de la vida y las desarrolladas al interior del hogar son propias de las mujeres, mientras que las curas del cuerpo físico, su exploración y la introducción de tecnología fueron y siguen siendo consideradas como actividades de hombres, así como aquellos cuidados que exigen de la fuerza física, como reducción de fracturas y el dominio físico de personas que presentan síntomas de trastornos mentales. Basándonos en lo que acabo de exponer, debemos destacar que la división de los cuidados ha dado lugar a diversas formas de ejercicio, como enfermeros vinculados al ejército y órdenes religiosas influenciadas por el cristianismo, las cuales dejaron un legado de solidaridad y respeto, interpretando el cuidado como una virtud y un medio para alcanzar la salvación.

BREVE REPASO HISTÓRICO

Históricamente, ha sido la mujer a quien se le ha designado, por sus “características femeninas”, el rol de cuidadora, naturalizada desde un sistema binario sexo/género, en un principio dentro del hogar y después como parte del equipo de salud. La historia de la mujer es parecida a la historia de la Enfermería, por eso no hay que extrañarse de que las grandes teorías científicas del cuidado profesional surgiesen justo después de iniciarse el movimiento de liberación femenina, en la segunda mitad del siglo XX.

La primera escuela de enfermería en el mundo la localizamos en la India, alrededor de 250 años a. C. Solo los hombres eran considerados lo suficientemente “puros” como para convertirse en enfermeros, asociándose esta labor a lo mágico y lo religioso y, por otro lado, a lo militar, dadas las numerosas guerras y batallas a lo largo de la historia.

Entre las órdenes religiosas que han sobresalido históricamente, podemos nombrar: los Caballeros Hospitalarios, institución que se caracterizó por combatir el islam y por fundar hospitales; los Caballeros de San Lázaro, dedicados a atender a personas que padecían lepra. También encontramos Los Caballeros Teutónicos, quienes realizaban votos de castidad, obediencia, pobreza y un voto especial que los obligaba a cuidar los enfermos.

A nivel individual destacaron varios hombres, tal es el caso de Camilo Lelis, reconocido por trabajar como enfermero y por ser el creador de la orden de “Los Ministros de los Enfermos”, conocida como “los Camilos”. Asimismo, en el contexto latinoamericano, a mediados del siglo XVI, el fraile mexicano Juan de Mena trabajó arduamente por el cuidado de los enfermos. En Colombia, ha sido valorada la obra del sacerdote y jesuita español Pedro Claver, reconocido por algunos investigadores como el “padre de la enfermería en Colombia”.

Otros han alcanzado su liberación, como el esclavo negro James Derham, en Nueva Orleans, en 1783, quien dedicándose al cuidado de los demás, motivado por la compasión más que por la salvación del alma, logró ser ciudadano libre; más tarde, alcanzó el título de médico siendo el primer galeno de color de los Estados Unidos.

Otro hombre que se destacó en materia de cuidado fue el filántropo y pastor alemán Theodor Fliedner: que, a principios del siglo XIX, fundó el instituto de Kaiserswerth, establecimiento reconocido a nivel mundial como el primer sitio destinado a la formación de mujeres dedicadas al cuidado, denominadas Diaconisas.

El activista humanitario Henry Dunant, inspirado en la obra de Nightingale, creó la Cruz Roja, organismo internacional de carácter neutral para la atención y cuidado de combatientes heridos en guerra.

CONCLUSIÓN

Aunque existan muchos prejuicios y muchos estereotipos erróneos, los profesionales deben enfocarse en la creación de estrategias para erradicar estos problemas que socialmente dejan a la enfermería en una posición de subordinación y pone en juicio su credibilidad como profesión.

Se debe resaltar que los estereotipos que hay alrededor de la enfermería son motivación para generar un cambio coyuntural, desde las facultades de Enfermería. Esto creará enfermeros empoderados que buscarán el posicionamiento que se merece la profesión. Debemos empezar a generar conciencia de que un estereotipo es una barrera y limitante entre nuestros pacientes y nosotros como profesionales de enfermería. Finalmente, quiero poner en valor que el cambio de paradigmas y la ruptura de estereotipos de género en la enfermería no solo beneficia a la profesión en términos de equidad, sino también a la sociedad en general, pues esto se traduciría en mayor número de profesionales al servicio de la salud y significaría, además, igualdad en la construcción de una sociedad más incluyente. Los hombres han sido, son y serán un valor para la enfermería. 

Enfermero de Atención Primaria, Máster en Atención Prehospitalaria y Hospitalaria Urgente

BIBLIOGRAFÍA:
  1. Villegas, Javier Larre, and María del Carmen Sellán Soto. "Genealogía masculina de la profesión enfermera (I): Etapa doméstica y etapa vocacional." Tiempos de Enfermería y Salud 2.8 (2020): 12-20.
  2. Vergara, Sandra Milena Velásquez, Edgar Orlando Arroyave Álvarez, and Jasmín Viviana Cacante Caballero. "El rol de los hombres en enfermería: una revisión histórica-narrativa." CES Enfermería 2.1 (2021): 21-34.
  3. López, Laura Catalina Piñeros, et al. "Estereotipos en Enfermería, una barrera en el cuidado." Paradigmas Socio-Humanísticos 3.2 (2021): 50-57.
  4. Pérez, Ian Coahtepetzin Zavala, María del Rocío Figueroa Varela, and Cinthia Viridiana Olea Gutiérrez. "Los estereotipos de género en hombres estudiantes de Enfermería." Conocimiento Enfermero 5.16 (2022): 66-76.


han comentado

Artículo Anterior Artículo Siguiente