Dos equipos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares han
descubierto una nueva vía de señalización que estaría detrás de la
aparición de la fibrilación ventricular, un tipo de arritmia cardiaca. El
trabajo, llevado a cabo en ratones, abre nuevas vías para abordar esta
afección potencialmente mortal
Patrick J. Lynch, medical illustrator, CC BY 2.5, via Wikimedia Commons |
Una investigación llevada a cabo por los equipos de
Guadalupe Sabio y José Jalife en el Centro Nacional de
Investigaciones Cardiovasculares de Madrid (CNIC) ha descubierto una nueva
vía de señalización que estaría detrás de la aparición de la
fibrilación ventricular, un tipo de arritmia cardiaca. El trabajo,
que se acaba de publicar en la revista
Nature Cardiovascular Research
ofrece nuevas esperanzas para abordar esta afección potencialmente
mortal.
La fibrilación ventricular es la principal causa inmediata de muerte súbita
cardiaca. Aunque el envejecimiento es uno de los factores de riesgo mejor
establecidos para el desarrollo de arritmias cardiacas, los mecanismos
detrás de esta conexión han sido esquivos, obstaculizando el
desarrollo de tratamiento específicos.
El corazón late de manera regular y coordinada para bombear sangre de
manera eficiente a través del cuerpo. Para ello, tiene que coordinar la
contracción de todas sus células y cada latido tiene que seguir un patrón
meticulosamente orquestado. Cuando aparece una arritmia, el ritmo cardiaco
se altera, se acelera, se vuelve irregular y es potencialmente mortal.
Estudiando modelos de roedores, los investigadores del CNIC
descubrieron la relación existente entre las proteínas quinasas del estrés
p38γ y p38δ y el desarrollo de la fibrilación ventricular,
independientemente del sexo.
Este descubrimiento abre nuevas vía para posibles intervenciones
terapéuticas para esta patología.
PAPEL CRÍTICO EN EL DESARROLLO DE LAS ARRITMIAS
Los investigadores observaron que la activación de p38γ y p38δ aumentaba en
los corazones de ratones envejecidos y aquellos con condiciones
genéticas o inducidas por fármacos que predisponían a arritmias, lo que
sugería que esta vía tenía un papel crítico en el desarrollo de esta
afección.
Según Rafael Romero, primer firmante del artículo e investigador
del CNIC, “cuando nos dimos cuenta de que la activación de estas p38 era
común en distintas situaciones arritmogénicas, supimos que podían tener un
papel clave que había que investigar”.
El estudio exhaustivo de esta vía de señalización reveló que, cuando
estas proteínas quinasas se activan, alteran las propiedades eléctricas de
los cardiomiocitos, propiciando la aparición de arritmias. Esto sucede por
la alteración de unos canales iónicos existentes en las células musculares
del corazón responsables de coordinar la contracción celular.
Los investigadores encontraron que p38γ y p38δ fosforilan al receptor de
rianodina 2 (RyR2) y a la proteína SAP97 perturbando la localización del
canal Kv4.3. presentándolos como nuevos sustratos de p38γ y p38δ. En
última instancia, estos cambios moleculares resultaron en la aparición de
actividad ventricular prematura y una mayor susceptibilidad a la
fibrilación ventricular.
Estos hallazgos podrían abrir nuevas perspectivas para la
prevención de la fibrilación ventricular sostenida y la protección
contra esta grave afección cardíaca, ofreciendo una prometedora diana
terapéutica para futuras investigaciones.
Referencia:
Rafael Romero et al. “p38γ/δ activation alters cardiac electrical activity
and predisposes to ventricular arrhythmia”.
Nature Cardiovascular Research
(2023).
Artículo publicado originalmente en
SINC
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