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Terms Density map | Unveiling the Thematic Landscape of Generative Pre-trained Transformer (GPT) Through Bibliometric Analysis - Scientific Figure on ResearchGate |
por
Francesc Grauet
Las últimas creaciones tecnológicas llevan a reflexionar hacia dónde va
el mundo. De hecho, de un tiempo a la actualidad, la disciplina
técnico-científica viene planteando una gran revolución mundial: la
inteligencia artificial (IA). Si bien no hay una definición exacta sobre
lo que significa, la inteligencia artificial es el nombre que se le asigna
a una serie de tecnologías con características o capacidades que antes
eran exclusivas del intelecto humano. El término se aplica cuando una
máquina imita las funciones cognitivas que los humanos asocian con otras
mentes humanas, como aprender o resolver problemas.
La IA se considera una disciplina de la informática que tiene por
objetivo elaborar máquinas y sistemas que puedan desempeñar tareas que
requieran de la inteligencia humana.
Tal como ha ocurrido con otras grandes disrupciones tecnológicas, se
prevé que la IA también conlleve una revolución económica a nivel mundial.
Los futuros sistemas inteligentes supondrán múltiples beneficios para
millones de personas, mejorando el nivel de vida gracias a la reducción de
riesgos sanitarios, alimentarios o de transporte. Ello conllevará un
cambio global en la forma de trabajar y una revolución económica sin
precedentes.
La IA es un campo de estudio que busca desarrollar sistemas y algoritmos
capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana. Entre las
diversas aplicaciones de la IA, el ChatGPT destaca como un modelo de
lenguaje de última generación que utiliza técnicas de aprendizaje
automático para comprender y generar texto de manera coherente y
natural.
Actualmente, ChatGPT es el recurso estrella de la IA, su acceso es por
internet y existe una versión gratuita, con una interfaz amigable para
usuarios sin experiencia. Se estima que ChatGPT superó los 100 millones de
usuarios activos en los primeros tres meses del lanzamiento, en
comparación a los 2.5 años que tardó Instagram en llegar a ese número de
usuarios, lo que la convierte en la aplicación de más rápido crecimiento
en la historia.
ChatGPT fue desarrollado en 2022 por OpenAI, ha revolucionado la
generación de texto al almacenar grandes volúmenes de información y
capturar patrones lingüísticos complejos. De esta forma, dicho modelo es
capaz de responder preguntas, completar oraciones, editar imágenes y
generar texto en función del contexto y de la información
proporcionada.
En el campo de la salud, el ChatGPT ha comenzado a desempeñar un papel
importante en la generación de contenido científico, pues los
investigadores y profesionales de la salud pueden aprovechar esta
tecnología para agilizar el proceso de redacción de artículos científicos,
sintetizar información de estudios previos, realizar análisis automáticos
de grandes conjuntos de datos clínicos y facilitar la comunicación entre
colegas.
Debemos tener en cuenta que, si bien el ChatGPT puede ser una herramienta
valiosa en el proceso de redacción científica de la salud, no reemplaza el
análisis crítico y la experiencia humana, por lo que los investigadores
deben utilizar el modelo solo como una herramienta de apoyo, y además
deben validar la información generada por esta para garantizar su
exactitud y coherencia con los estándares científicos. De este modo, queda
claro que la IA no es una herramienta para crear contenido científico por
sí sola, sino un medio de apoyo que requiere la participación activa de
los humanos.
La IA, además, es de gran utilidad en las tareas de verificar posibles
plagios en la construcción de nuevos artículos, y en este campo los
avances son bastante importantes, con aplicaciones de programas que en
tiempo récord realizan un análisis del contenido suministrado y lo
comparan con la literatura científica ya publicada.
Un estudio reciente utilizó ChatGPT para generar resúmenes artificiales
de artículos de investigación y comprobar si los científicos podrían
detectarlos. Los investigadores pidieron al chatbot que escribiera 50
resúmenes de investigación basados en estudios publicados en revistas
científicas de alto impacto como
The New England Journal of Medicine y The Lancet. Los
revisores humanos “ciegos” identificaron correctamente el 68% de los
resúmenes como generados por ChatGPT (verdadero positivo), pero
identificaron incorrectamente el 14% de los resúmenes originales como
generados por el chatbot (falso positivo).
He de poner en valor como podemos utilizar la IA a nuestro de favor y de
forma no fraudulenta. A continuación, nombro las diferentes utilidades que
podemos aprovechar del ChatGPT en la investigación y redacción
científica:
- Brainstorming de ideas
- Resumir conocimiento sobre un tema
- Redacción de un artículo científico
- Traducción y gramática
- Análisis de datos y codificación en software estadísticos
CONSIDERACIONES ÉTICAS
Es importante destacar que la validez y la calidad de la información
generada por este modelo deben ser verificadas y validadas por expertos
humanos, ya que no todo es perfecto en el campo de la IA. En relación con
este último aspecto, en la actualidad las implicaciones éticas que puede
tener el uso de este tipo de herramientas son motivo de debate en las
comunidades científicas, pues factores como garantizar la confidencialidad
de los datos personales de los participantes de los estudios es un tema que
a la fecha no está claro; igualmente, es preocupante la confidencialidad de
los estudios como tal, por el hecho de que aún no se establece con claridad
cómo los productos de investigación pueden blindarse contra el plagio.
La comunidad científica tendrá que reflexionar sobre las cuestiones
éticas, puesto que la IA y concretamente la herramienta ChatGPT no hará,
sino mejorar con el tiempo. Por ejemplo, una herramienta de este tipo
podría salvar la brecha lingüística entre los científicos angloparlantes y
todos los demás, facilitando la publicación de investigaciones realizadas
y escritas en otros idiomas.
Por otro lado, existe un problema objetivo sobre la producción de
contenidos científicos, de tal forma que hace casi imposible que un
experto se mantenga al día de los avances en su propio campo disciplinar,
y es difícil ver por qué la comunidad científica debería promover una
herramienta que aumenta la velocidad y la cantidad de artículos, mientras
que podrían estar interesados si permitiera hacer ciencia de mejor calidad
y mayor significación estadística. Por último, el perfeccionamiento de
estas herramientas podría hacer que la capacidad de escribir un artículo
científico pasara de ser un requisito previo para hacer ciencia a
convertirse en una habilidad accesoria, potenciando las habilidades de
verificación de datos y estructuras textuales para mantener intacta la
responsabilidad humana sobre estos productos del intelecto.
En el ámbito de la ciencia, las posiciones sobre ChatGPT están divididas.
Algunos editores han prohibido o restringido su utilización en la
preparación de artículos y estudios, mientras que otros ven su adopción
como algo inevitable. El editor en jefe de la revista estadounidense
Science, actualizó su política editorial prohibiendo el uso de textos de
ChatGPT y aclarando que el programa no podía figurar como autor.
Springer-Nature que publica entre otras
Scientific American y Nature no lo ha prohibido por
completo, pero esta herramienta y similares por ahora pueden ser usadas en
la preparaciónn de documentos, siempre que se revelen todos los detalles
en el manuscrito. Elsevier, que tiene en su portafolio a
Cell y The Lancet, ha adoptado una postura similar.
La editora en jefe de Nature en Londres cree, por otra parte, que,
con las medidas de seguridad adecuadas, ChatGPT y herramientas de IA
similares podrían ser beneficiosas para la ciencia, sobre todo para
nivelar el campo de juego para los hablantes no nativos de inglés que
podrían usar programas de IA para hacer que el idioma en sus trabajos sea
más fluido.
Otra forma de ver ChatGPT es considerarlo como una herramienta más dentro
del conjunto de herramientas en constante crecimiento, disponible para
escribir un artículo. Uno podría, por ejemplo, implementarlo como un motor
de búsqueda que responda preguntas directamente en lugar de solo referirse
a fuentes donde uno mismo debe buscar las respuestas.
EN CONCLUSIÓN
El uso del ChatGPT, y en general de la IA, está transformando la forma
en
que se crean y publican los artículos científicos en el campo de la
salud. Esta tecnología ofrece una mayor eficiencia en la redacción y la
síntesis de la información, lo que puede acelerar el avance de la
investigación. Sin embargo, es necesario mantener un enfoque equilibrado y
garantizar la validación humana y la revisión por partes para preservar la
integridad científica.
Creemos que ChatGPT es una herramienta con enorme potencial dentro del
mundo de la IA. Una más de las que están por llegar, pero pionera en poner
de manifiesto las posibilidades reales de estas herramientas con modelos
de procesamiento de lenguaje natural.
Quizá, no sea apropiado considerar a ChatGPT como autor de una
publicación científica, aunque esta afirmación probablemente ya no sea
cierta dentro de unos años.
En esencia, dicen los expertos, el modelo no está para ser utilizado como
fuente de información fiable sin una cuidadosa supervisión y revisión
humana, al menos en el campo de la salud.
Debemos entender a esta nueva herramienta como un aliado, y saber usarlo
sabia y éticamente. Aprender a utilizarla, dado que el futuro ya está
aquí.
UN APUNTE FINAL
Este artículo lo he realizado sin ninguna ayuda de la IA ni ChatGPT. Aún
sigo utilizando el método clásico, de momento.
Enfermero de Atención Primaria, Máster en Atención Prehospitalaria y
Hospitalaria Urgente
BIBLIOGRAFÍA
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- Burgos, L. M., Suárez, L.L., & Benzadón, M. (2023). Inteligencia Artificial chatgpt y su utilidad en la investigación: el futuro ya está aquí. medicina (Buenos Aires), 83, 0000.
- López, J. F. C., & Martínez-Villegas, T. (2022). La inteligencia artificial en las publicaciones científicas. Cirugía de Mano y Microcirugía, 2(2).
- https://www.univadis.es/viewarticle/chatgpt-como-coautor-de-art%C3%ADculos-cient%C3%ADficos-es-2023a10002b0
- De Vito, E. L. (2023). Inteligencia artificial y chatGPT.¿ Usted leería a un autor artificial. Medicina (B Aires), 83, 329-32.
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