Terms Density map | Unveiling the Thematic Landscape of Generative Pre-trained Transformer (GPT) Through Bibliometric Analysis - Scientific Figure on ResearchGate


Las últimas creaciones tecnológicas llevan a reflexionar hacia dónde va el mundo. De hecho, de un tiempo a la actualidad, la disciplina técnico-científica viene planteando una gran revolución mundial: la inteligencia artificial (IA). Si bien no hay una definición exacta sobre lo que significa, la inteligencia artificial es el nombre que se le asigna a una serie de tecnologías con características o capacidades que antes eran exclusivas del intelecto humano. El término se aplica cuando una máquina imita las funciones cognitivas que los humanos asocian con otras mentes humanas, como aprender o resolver problemas.

La IA se considera una disciplina de la informática que tiene por objetivo elaborar máquinas y sistemas que puedan desempeñar tareas que requieran de la inteligencia humana.
Tal como ha ocurrido con otras grandes disrupciones tecnológicas, se prevé que la IA también conlleve una revolución económica a nivel mundial. Los futuros sistemas inteligentes supondrán múltiples beneficios para millones de personas, mejorando el nivel de vida gracias a la reducción de riesgos sanitarios, alimentarios o de transporte. Ello conllevará un cambio global en la forma de trabajar y una revolución económica sin precedentes.

La IA es un campo de estudio que busca desarrollar sistemas y algoritmos capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana. Entre las diversas aplicaciones de la IA, el ChatGPT destaca como un modelo de lenguaje de última generación que utiliza técnicas de aprendizaje automático para comprender y generar texto de manera coherente y natural.

Actualmente, ChatGPT es el recurso estrella de la IA, su acceso es por internet y existe una versión gratuita, con una interfaz amigable para usuarios sin experiencia. Se estima que ChatGPT superó los 100 millones de usuarios activos en los primeros tres meses del lanzamiento, en comparación a los 2.5 años que tardó Instagram en llegar a ese número de usuarios, lo que la convierte en la aplicación de más rápido crecimiento en la historia.

ChatGPT fue desarrollado en 2022 por OpenAI, ha revolucionado la generación de texto al almacenar grandes volúmenes de información y capturar patrones lingüísticos complejos. De esta forma, dicho modelo es capaz de responder preguntas, completar oraciones, editar imágenes y generar texto en función del contexto y de la información proporcionada.

En el campo de la salud, el ChatGPT ha comenzado a desempeñar un papel importante en la generación de contenido científico, pues los investigadores y profesionales de la salud pueden aprovechar esta tecnología para agilizar el proceso de redacción de artículos científicos, sintetizar información de estudios previos, realizar análisis automáticos de grandes conjuntos de datos clínicos y facilitar la comunicación entre colegas.

Debemos tener en cuenta que, si bien el ChatGPT puede ser una herramienta valiosa en el proceso de redacción científica de la salud, no reemplaza el análisis crítico y la experiencia humana, por lo que los investigadores deben utilizar el modelo solo como una herramienta de apoyo, y además deben validar la información generada por esta para garantizar su exactitud y coherencia con los estándares científicos. De este modo, queda claro que la IA no es una herramienta para crear contenido científico por sí sola, sino un medio de apoyo que requiere la participación activa de los humanos.

La IA, además, es de gran utilidad en las tareas de verificar posibles plagios en la construcción de nuevos artículos, y en este campo los avances son bastante importantes, con aplicaciones de programas que en tiempo récord realizan un análisis del contenido suministrado y lo comparan con la literatura científica ya publicada.

Un estudio reciente utilizó ChatGPT para generar resúmenes artificiales de artículos de investigación y comprobar si los científicos podrían detectarlos. Los investigadores pidieron al chatbot que escribiera 50 resúmenes de investigación basados en estudios publicados en revistas científicas de alto impacto como The New England Journal of Medicine y The Lancet. Los revisores humanos “ciegos” identificaron correctamente el 68% de los resúmenes como generados por ChatGPT (verdadero positivo), pero identificaron incorrectamente el 14% de los resúmenes originales como generados por el chatbot (falso positivo).
He de poner en valor como podemos utilizar la IA a nuestro de favor y de forma no fraudulenta. A continuación, nombro las diferentes utilidades que podemos aprovechar del ChatGPT en la investigación y redacción científica:
  • Brainstorming de ideas
  • Resumir conocimiento sobre un tema
  • Redacción de un artículo científico 
  • Traducción y gramática
  • Análisis de datos y codificación en software estadísticos

CONSIDERACIONES ÉTICAS

Es importante destacar que la validez y la calidad de la información generada por este modelo deben ser verificadas y validadas por expertos humanos, ya que no todo es perfecto en el campo de la IA. En relación con este último aspecto, en la actualidad las implicaciones éticas que puede tener el uso de este tipo de herramientas son motivo de debate en las comunidades científicas, pues factores como garantizar la confidencialidad de los datos personales de los participantes de los estudios es un tema que a la fecha no está claro; igualmente, es preocupante la confidencialidad de los estudios como tal, por el hecho de que aún no se establece con claridad cómo los productos de investigación pueden blindarse contra el plagio.

La comunidad científica tendrá que reflexionar sobre las cuestiones éticas, puesto que la IA y concretamente la herramienta ChatGPT no hará, sino mejorar con el tiempo. Por ejemplo, una herramienta de este tipo podría salvar la brecha lingüística entre los científicos angloparlantes y todos los demás, facilitando la publicación de investigaciones realizadas y escritas en otros idiomas.

Por otro lado, existe un problema objetivo sobre la producción de contenidos científicos, de tal forma que hace casi imposible que un experto se mantenga al día de los avances en su propio campo disciplinar, y es difícil ver por qué la comunidad científica debería promover una herramienta que aumenta la velocidad y la cantidad de artículos, mientras que podrían estar interesados si permitiera hacer ciencia de mejor calidad y mayor significación estadística. Por último, el perfeccionamiento de estas herramientas podría hacer que la capacidad de escribir un artículo científico pasara de ser un requisito previo para hacer ciencia a convertirse en una habilidad accesoria, potenciando las habilidades de verificación de datos y estructuras textuales para mantener intacta la responsabilidad humana sobre estos productos del intelecto.

En el ámbito de la ciencia, las posiciones sobre ChatGPT están divididas. Algunos editores han prohibido o restringido su utilización en la preparación de artículos y estudios, mientras que otros ven su adopción como algo inevitable. El editor en jefe de la revista estadounidense Science, actualizó su política editorial prohibiendo el uso de textos de ChatGPT y aclarando que el programa no podía figurar como autor. Springer-Nature que publica entre otras Scientific American y Nature no lo ha prohibido por completo, pero esta herramienta y similares por ahora pueden ser usadas en la preparaciónn de documentos, siempre que se revelen todos los detalles en el manuscrito. Elsevier, que tiene en su portafolio a Cell y The Lancet, ha adoptado una postura similar.

La editora en jefe de Nature en Londres cree, por otra parte, que, con las medidas de seguridad adecuadas, ChatGPT y herramientas de IA similares podrían ser beneficiosas para la ciencia, sobre todo para nivelar el campo de juego para los hablantes no nativos de inglés que podrían usar programas de IA para hacer que el idioma en sus trabajos sea más fluido.

Otra forma de ver ChatGPT es considerarlo como una herramienta más dentro del conjunto de herramientas en constante crecimiento, disponible para escribir un artículo. Uno podría, por ejemplo, implementarlo como un motor de búsqueda que responda preguntas directamente en lugar de solo referirse a fuentes donde uno mismo debe buscar las respuestas.

EN CONCLUSIÓN

El uso del ChatGPT, y en general de la IA, está transformando la forma en
que se crean y publican los artículos científicos en el campo de la salud. Esta tecnología ofrece una mayor eficiencia en la redacción y la síntesis de la información, lo que puede acelerar el avance de la investigación. Sin embargo, es necesario mantener un enfoque equilibrado y garantizar la validación humana y la revisión por partes para preservar la integridad científica.
Creemos que ChatGPT es una herramienta con enorme potencial dentro del mundo de la IA. Una más de las que están por llegar, pero pionera en poner de manifiesto las posibilidades reales de estas herramientas con modelos de procesamiento de lenguaje natural.
Quizá, no sea apropiado considerar a ChatGPT como autor de una publicación científica, aunque esta afirmación probablemente ya no sea cierta dentro de unos años.
En esencia, dicen los expertos, el modelo no está para ser utilizado como fuente de información fiable sin una cuidadosa supervisión y revisión humana, al menos en el campo de la salud.
Debemos entender a esta nueva herramienta como un aliado, y saber usarlo sabia y éticamente. Aprender a utilizarla, dado que el futuro ya está aquí.

UN APUNTE FINAL

Este artículo lo he realizado sin ninguna ayuda de la IA ni ChatGPT. Aún sigo utilizando el método clásico, de momento.

Enfermero de Atención Primaria, Máster en Atención Prehospitalaria y Hospitalaria Urgente

BIBLIOGRAFÍA

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