Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid, dentro del
proyecto PASOS coordinado por la Fundación GASOL, ha identificado seis
modelos de comportamiento de la infancia y la adolescencia en torno al
ejercicio, la alimentación, el uso de dispositivos electrónicos y las
horas de sueño. Solo uno de cada tres chicos y chicas de la muestra de
entre 8 y 16 años cumple las recomendaciones de ejercicio diario de la
OMS
En el marco del estudio
PASOS-2019
sobre actividad física, sedentarismo y obesidad entre jóvenes españoles,
una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM),
ha identificado mediante un análisis clúster seis
patrones de comportamiento relacionados con los hábitos de salud de
la infancia y la adolescencia española.
“Vemos que entre los niños más jóvenes, ya se empiezan a asociar dos
hábitos poco saludables, como son la falta de actividad física y el
exceso de tiempo de pantallas.
En adolescentes, al patrón descrito para los niños se le suma una
baja adherencia a la dieta mediterránea, horas de sueño por debajo
de las recomendaciones y una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad”,
explica Augusto García Zapico, investigador principal del estudio
de la Facultad de Educación-Centro de Formación del Profesorado de la UCM
y del grupo de investigación IMFINE de la Universidad Politécnica de
Madrid.
Entre los niños de menos edad, ya se asociar dos hábitos, como son la falta de actividad física y el exceso de tiempo de pantallas. En adolescentes, a esto se suma una baja adherencia a la dieta mediterránea, pocas horas de sueño y alta prevalencia de sobrepeso y obesidadAugusto García Zapico, investigador principal
Este estudio, publicado en la revista
Pediatric Research, es el primero que se hace con una muestra representativa de la
población nacional de 8 a 16 años, mezclando datos de hábitos
saludables con datos antropométricos de un total de 3.261 niños de todas
las comunidades españolas.
En cuanto a las diferencias por sexo, se ha observado que
las niñas y adolescentes mujeres hacen en promedio menos actividad
física
que sus pares masculinos. De todas formas, sólo el 36,2 % del total de
participantes en el estudio cumple con las recomendaciones de ejercicio
físico diario de la Organización Mundial de la Salud.
MALAS PRÁCTICAS, EN OCASIONES ASOCIADAS
El análisis evidenció que ciertos hábitos aparecían asociados: bajos
niveles de actividad física y un elevado uso de pantallas fueron
encontrados frecuentemente juntos, así como los participantes que
presentaban baja adherencia a la dieta mediterránea pasaban más tiempo
frente a las pantallas.
“Los resultados sirven para tener una fotografía de hábitos
relacionados con la salud de esta población. Es necesario saber la
situación para conocer dónde debemos intervenir y poder evaluar el
efecto que determinadas políticas públicas tienen en estos
indicadores”, apunta García Zapico.
Solo haciendo esa labor educativa lograremos que la sociedad implemente medidas reales para que nuestros jóvenes adquieran patrones de conducta saludables, que les aseguren una mejor salud en la vida adultaAugusto García Zapico
El período de la infancia y adolescencia es fundamental para
arraigar hábitos saludables y prevenir el desarrollo de
enfermedades no transmisibles. “La sociedad no es consciente de los
graves problemas de salud a los que se enfrentan las nuevas
generaciones. Solo haciendo esa labor educativa lograremos que la
sociedad implemente medidas reales para que nuestros jóvenes adquieran
patrones de conducta saludables, que les aseguren una mejor salud en la
vida adulta”, concluye el profesor.
Referencia bibliográfica:
Zapico, A.G., Aparicio-Ugarriza, R., Quesada-González, C. et al.
“Lifestyle behaviors clusters in a nationwide sample of Spanish children
and adolescents: PASOS study”.
Pediatric Research
(2023).
Fuente: UCM
Artículo publicado originalmente en
SINC
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