Investigadores europeos han identificado una importante relación entre
una proteína llamada galectina-3 (gal3) y el párkinson. Como desempeña un
papel crucial en el desarrollo y la progresión de esta enfermedad
neurodegenerativa, podría ser una diana terapéutica de alto interés
para su tratamiento
Un grupo de investigadores del Instituto de Biomedicina de Sevilla
(IBiS), en colaboración con la Universidad de Lund (Suecia) y el Imperial
College de Londres, han identificado una importante relación entre una
proteína llamada galectina-3 (gal3) y la
enfermedad de Parkinson.
Según los resultados, publicados recientemente en la revista Acta
Neuropathologica esta desempeña un papel crucial en el desarrollo y la
progresión de esta enfermedad neurodegenerativa, por lo que es una
potencial diana terapéutica de alto interés para el tratamiento de
la enfermedad.
La investigación pone de manifiesto el papel de la
proteína gal3 en la enfermedad de Parkinson, conocida por la muerte
de las neuronas responsables de coordinar el movimiento. Esta proteína se
conoce por estar implicada en otros procesos neurodegenerativos (como en
el alzhéimer) y enfermedades metabólicas, lo que amplía su relevancia en
el campo de la investigación médica.
Mediante el estudio de cerebros de pacientes fallecidos con párkinson y
ratones transgénicos sin la proteína gal3, se demostró la
asociación directa entre la presencia de gal3 y la formación de cuerpos
de Lewy, que son acumulaciones tóxicas de proteínas que aparecen en las neuronas
afectadas por el párkinson.
Estos hallazgos son significativos ya que al someter a ratones
transgénicos sin gal3 a un modelo de la enfermedad de Parkinson, no
desarrollaron síntomas motores ni experimentaron la pérdida de
neuronas.
“Es importante destacar que estos ratones no desarrollaron ningún tipo
de síntoma y mantuvieron sus neuronas aparentemente sanas, a pesar de
acumular cuerpos de Lewy. Esto indica que al eliminar la gal3, logramos
retrasar y ralentizar la progresión de la enfermedad”, enfatiza el
Juan García Revilla, autor del estudio e Investigador del grupo
Envejecimiento Neuronal del Instituto de Biomedicina de Sevilla
(IBiS).
“Si pudiéramos trasladar estos resultados a nivel humano, sería un
avance importante en el tratamiento del párkinson, dado que
actualmente no existen terapias que puedan cambiar o retrasar la
evolución de la enfermedad. Confiamos en que la relevancia de la gal3 en
los seres humanos también sea alta, ya que esta proteína está
ampliamente presente en los cerebros de los pacientes con párkinson”,
añade.
Este descubrimiento abre nuevas perspectivas para el
desarrollo de terapias dirigidas a la proteína gal3, lo que abre
la puerta a nuevas posibilidades en el manejo, mitigación y tratamiento
de la enfermedad de Parkinson.
EL CAMINO HACIA UN POTENCIAL TRATAMIENTO
“El modelo animal ha sido una grata sorpresa por la completa
protección neuronal que observamos”, reafirma el investigador.
Sin embargo, el desarrollo de un posible tratamiento es todavía
largo.
“Creemos que un tratamiento contra galectina-3 podría ser
tremendamente útil para el tratamiento de la enfermedad. Si se
replicaran los efectos en animales, tratamientos sintomáticos podrían
ser efectivos durante más años y el paciente podría mantener una mejor
calidad de vida”.
Sin embargo, explica el experto, aún falta mucho por conocer de la
enfermedad de Parkinson: “Desconocemos las causas que inician el
párkinson, pero nuestro descubrimiento ayuda a conocer algo más de la
progresión de la patología y la relación entre los cuerpos de
Lewy y la muerte de neuronas. A su vez, probamos que es posible
desligar ambas cosas y que podemos proteger las neuronas durante la
enfermedad”.
El modelo animal ha sido una grata sorpresa por la completa protección neuronal que observamosJuan García Revilla, IBiS
Según explica el investigador, ya existen fármacos dirigidos
contra galectina-3 en otras enfermedades. “Nuestro estudio previo en
la enfermedad de Alzheimer ha sido la base para un ensayo clínico
contra la gal3 que, de momento, está siendo muy prometedor, aunque
está en fases muy iniciales”, agrega.
“Confiamos en que un ensayo similar podría tener un gran impacto en
la enfermedad de Parkinson. Este estudio supone un gran paso en
nuestra comprensión de la enfermedad, pero, por supuesto, aún queda
mucho trabajo por hacer”, concluye.
El estudio ha sido dirigido por los Dres. José Luis Venero (IBiS),
Tomas Deierborg (Universidad de Lund) y Francesco A. Aprile (Imperial
College London) y ha sido financiado a nivel nacional por el
Ministerio Español de Ciencia e Innovación y la Fundación Michael J.
Fox The Michael J. Fox Foundation for Parkinson´s Research.
Referencia:
Juan García-Revilla, et al. “Galectin-3 shapes toxic alpha-synuclein
strains in Parkinson's disease”. Acta Neuropathologica (2023)
Artículo publicado originalmente en
SINC
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