Las nuevas tecnologías (NT) y el universo digital están más presentes que
nunca en la sociedad actual, convirtiéndose así en uno de los productos
fundamentales de consumo. Son numerosos los cambios que esto trae implícitos
y repercuten directa e indirectamente en los procesos sociales, en la mente
del ser humano e incluso en la forma de cuidar.
Algunas de las NT integran aspectos relacionados con la información y con la
comunicación (TICs) potenciando el intercambio de información y la
comunicación entre pacientes y profesionales en diversas situaciones. Es el
caso de los sistemas de aeronaves pilotadas por control remoto o drones, que
tienen multitud de usos en emergencias y catástrofes.
¿QUÉ ES UN DRON?
Los drones o UAV (Unmanned Aerial Vehicle) son pequeños sistemas robotizados que tienen capacidad para volar de forma autónoma, sin conductor, y pueden trasladarse de un punto a otro por sí mismos. Lentamente, se han ido incorporando desde el ámbito militar al civil, hasta llegar a nuestros días, donde tienen un campo de uso muy amplio: búsqueda de personas desaparecidas, fotografía, video y cartografía aérea, exploración de lugares de difícil acceso, etc.
Con frecuencia se suele considerar que los drones son dispositivos propios
y exclusivos de la última década. Sin embargo, no son novedosos ni tampoco
se restringen al uso lúdico entre los jóvenes del siglo XXI. Se sabe que
el primer dron fue el Standard E-1 o avión biplano que data de 1927.
En los años noventa ya eran populares y conocidos como UAV, que fueron
utilizados, incluso, en la guerra de Vietnam.
Periódicamente, los diferentes profesionales de los sistemas de
emergencias médicas (SEM) asisten a presentaciones de novedades en su
entorno laboral, que a largo plazo modificarán sus hábitos en el momento
de abordar el día a día del trabajo que desarrollan. Una de estas
novedades que cada vez con más frecuencia intenta requerir nuestra
atención son los vehículos aéreos no tripulados (VANT), término
anglosajón para los también conocidos coloquialmente como drones y
reconocidos dicho término (dron) por la Real Academia Española en la 23ª
edición del Diccionario de Lengua Española.
El Ministerio de Fomento del Gobierno Español, consciente de la
importancia de los drones, promovió el Plan Estratégico para el desarrollo
del sector civil de los drones en España 2018-2021, teniendo como
objetivos a medio plazo la integración total de estos en emergencias.
APLICACION DE LOS DRONES EN SANIDAD
Algunas de las funcionalidades y aplicaciones de los drones en el ámbito
prehospitalario, especialmente en emergencias y catástrofes, son las
siguientes:
- Utilidad de los vehículos aéreos no tripulados en la búsqueda y triaje de personas en situaciones de catástrofe. En estas situaciones o accidentes con múltiples víctimas (AMV) es primordial localizar a los pacientes, priorizar su nivel de gravedad, estabilizarlos y trasladarlos al centro sanitario correspondiente.
- Drones con desfibriladores externos automáticos (DEA) para paradas cardiacas extrahospitalarias (PCEH): una de las patologías con mayor mortalidad mundial es la PCEH y el tiempo desempeña un factor fundamental en el pronóstico de los pacientes. Gran parte de las paradas que se producen a nivel mundial presentan un ritmo desfibrilable, siendo la desfibrilación una de las actuaciones más eficaces para revertir dicha situación. Por esta razón, se desarrollan los DEA con la finalidad de qué personas sin formación sanitaria que presencien una PCEH lo usen, pudiendo realizar una desfibrilación de forma fácil y sistemática.
- Suministro de material sanitario: otro papel que pueden desempeñar los VANT en situaciones de emergencias y catástrofes (pero también en condiciones normales), es el de transportar pequeños suministros, como material sanitario. La entrega en áreas remotas de paquetes con fármacos, vacunas, sangre y otros elementos de ayuda; o de kits de diagnóstico en áreas con alto riesgo de contagio, por citar solo un par de ejemplos, facilita la prestación de asistencia sanitaria en un tiempo récord. En este sentido, los VANT ya han sido empleados para enviar pequeños paquetes de ayuda a comunidades afectadas por desastres mayores, como el terremoto de Haití en 2010, el huracán “Sandy” que afectó al noreste de los Estados Unidos, Canadá y el Caribe en 2012 y el terremoto “Gorkha” en Nepal del año 2015. En Papúa-Nueva Guinea se han utilizado para transportar y analizar las muestras de la tuberculosis de una aldea remota a la ciudad, donde se encuentran los laboratorios de Médicos Sin Fronteras (MSF).
En el campo epidemiológico, concretamente, se comienza a utilizar
masivamente en temas referidos a la cartografía, monitorización,
utilización como equipo de salvamento; para la entrega de medicamentos,
vigilancia de fronteras, grabaciones, toma de muestras, seguimiento de
cepas, seguimiento de grupos de contagio, etcétera.
LIMITACIONES Y VENTAJAS DE LOS DRONES
Una de las limitaciones palpables de los drones es la existencia de un
marco legislativo que condiciona su uso aleatorio e incontrolado. Otro
punto limitante y del que no se habla demasiado es la necesidad de la
presencia de un piloto con formación específica para su uso. Y por si
ello no fuera suficiente, el hecho que frente a determinadas
condiciones meteorológicas podrían no estar disponibles.
A favor de los drones, debemos reconocer la capacidad que tienen de
transportar material entre dos puntos a un coste interesante en un
tiempo récord, su facilidad para proporcionar información visual de
un evento al que no puedan acceder los equipos de intervención, su
capacidad de poder indicar a los equipos el acceso óptimo al
incidente, o la transmisión de imágenes de un entorno hostil o no apto
para el trabajo, anticipándose a la llegada de los SEM y estableciendo
novedosos procesos de gestión de los incidentes. Podrían adecuarse
para aproximar, por ejemplo, un desfibrilador allí donde se necesite o
para detectar personas y dar información precisa de accesos difíciles
bajo condiciones complejas de trabajo. Ambas acciones supondrían una
optimización de la inversión de recursos públicos y de la gestión de
los eventos. Podrían, en este sentido, mejorar la respuesta
organizativa y de recursos activados, así como minimizar los
potenciales errores en la transmisión de la información que
condicionará la toma de decisiones finales. A pesar de que pueda parecer
que estamos hablando de ciencia ficción, estos vehículos ya están
siendo probados con buenos resultados preliminares.
Un novedoso uso de los drones en la atención sanitaria, lo encontramos
en la incorporación de instrumentos para transmitir bioparámetros como
temperatura corporal, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria e
incluso electrocardiografía o saturación de oxígeno, para que los
equipos de emergencia puedan priorizar la atención y considerar con
mayor profundidad las características y las necesidades sanitarias que
se van a requerir.
ESTUDIOS Y PRUEBAS CON DRONES
En la difícil coyuntura actual, se hace indispensable idear nuevas
fórmulas que agilicen el transporte sanitario urgente. Es aquí donde
entran en escena los drones, unos pequeños vehículos aéreos no
tripulados que pueden ser controlados en forma remota y que pueden
desempeñar un papel crucial en el entorno de la asistencia
sanitaria.
En el número de junio del 2017 de la Revista Circulation apareció un
estudio en el cual sus autores analizaron registros médicos de
53.702 paros cardíacos en una extensión de 26.851 kilómetros cuadrados
de áreas rurales y urbanas de Toronto (Canadá).
Los investigadores de la Universidad de Toronto trabajaron en el uso
de una red de drones que pudiera acelerar el traslado de
desfibriladores hasta aquellos lugares donde las personas
estuvieran sufriendo un paro cardíaco.
El objetivo nuclear del estudio era determinar la agilidad con la que
se podían trasladar estos vehículos aéreos no tripulados respecto a
los servicios de emergencias clásicos, como los vehículos de
intervención rápida (VIR) o las ambulancias.
Las simulaciones revelaron que los drones de las áreas rurales
llegaban 10,34 minutos antes que el transporte sanitario urgente,
mientras que en zonas urbanas el ahorro era de 6,43 minutos.
Basándonos en este estudio canadiense, el 92% de los pacientes con un
paro cardíaco recibiría asistencia antes con una red de drones al
servicio de la sanidad en su área geográfica. Reduciendo en tres
minutos la respuesta de típica los servicios de emergencias, lo que
podría aumentar las posibilidades de que un paciente sobreviviera.
Otro ejemplo de estudio lo desarrolló el departamento de Medicina del
Centro de Ciencias de la Reanimación de la universidad de medicina
sueca Karolinska Institutet, situado en Estocolmo. Realizó un estudio
que demostró la capacidad de los drones en el transporte de
desfibriladores a lugares donde eran requeridos por los servicios de
emergencias.
Los resultados del estudio fueron presentados en el Congreso de
Sociedad Europea de Cardiología 2021 y publicados en la revista
European Heart Journal.
Tres drones equipados con desfibriladores externos automáticos (DEA)
volaron en un área de aproximadamente 125 Km2 dentro del espacio aéreo
de Suecia. Fueron elegidos 12 casos sospechosos de parada
cardiorrespiratoria para el envío de los drones con DEA, motivo del
estudio. Durante el período del estudio, en el 64% de las ocasiones los
drones con DEA llegaron antes que las ambulancias, con una ventaja de
tiempo medio de 1:52 minutos. En 61 vuelos adicionales de
pruebas, la tasa de éxito en la entrega del dron con DEA fue del 90%.
No menos interesante que los anteriores, es la asistencia sanitaria
que realizó el servicio de entrega aérea de emergencias médicas
(EMADE) de Everdrone (Suecia), el 9 de diciembre de 2021. En la ciudad
sueca de Trollhättan, un hombre de 71 años estaba quitando la nieve de
su entrada cuando sufrió una parada cardíaca extrahospitalaria.
Gracias a la combinación de una llamada de emergencia inmediata, la
rápida actuación del Dr. Mustafa Ali y la rápida entrega de un
desfibrilador externo automático (DEA) por parte de un dron, se
pudieron iniciar las medidas de salvamento mediante desfibrilación
antes de la llegada de la ambulancia, y se salvó su vida del paciente.
El tiempo transcurrido desde la alarma hasta la entrega del DEA en la
puerta del domicilio del incidente fue de poco más de tres minutos.
Tras el tratamiento inicial in situ, el paciente fue trasladado de
urgencia al hospital y hoy se encuentra totalmente recuperado.
CONCLUSIONES
Aunque un mal uso de las nuevas tecnologías puede generar problemas de
diversa índole, utilizarlas de forma adecuada genera indudables
beneficios tanto para la salud, como para las relaciones sociales, en
el desempeño efectivo del trabajo, en el mantenimiento del hogar, etc.
Los drones son un elemento de actualidad y de mucho impacto que está
siendo utilizado para diversas tareas civiles. Existe una repercusión
positiva entre el uso de drones y las emergencias sanitarias, y más
concretamente, en la gestión de las crisis.
Otra aplicación importante que puede aportar el dron es la de ser un
recurso útil para el transporte del material necesario a lo largo de
la resolución de las crisis. No obstante, en el traslado de bultos
encontramos el hándicap del tamaño del dron versus un volumen excesivo
a transportar.
Los drones podrían llegar a ser los ojos de nuestras centrales de
coordinación sanitaria, actualmente ciegas. Por ello, sin duda pueden
llegar a ser tan indispensables como otros instrumentos en un futuro,
permitiendo dar una respuesta en tiempo récord a los incidentes en vía
pública o, por qué no, llegar a la interacción con el paciente. Sin
duda un campo apasionante al que hemos de darle la oportunidad de
nacer y permitir que nos haga más fácil y segura la atención diaria de
los pacientes, tanto en situaciones extraordinarias como en las
ordinarias.
Los drones pueden considerarse un elemento complementario a la
atención tradicional a la hora de atender emergencias sanitarias,
mejorando significativamente la distancia recorrida para localizar a
las víctimas de accidentes, brindando la posibilidad de realizar un
triaje previo a la llegada de las unidades asistenciales, y mejorando
el tiempo y la calidad de la atención prevista.
Enfermero de Atención Primaria, Máster en Atención Prehospitalaria y Hospitalaria Urgente
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