El último caso de controlador postratamiento de este virus aporta nueva luz sobre los mecanismos por los que determinadas personas pueden contenerlo después de tomar terapia antirretroviral. Se trata de una paciente que, tras la supresión de esta medicación, tiene un dominio absoluto de la replicación del VIH, mantenido durante más de 15 años, con carga viral indetectable
Foto: Grant Thornton España, vía Flickr |
El sida es la forma más grave de la infección provocada por el VIH. Gracias
a los avances en su tratamiento, hoy se ha logrado cronificar la enfermedad
y mejorar la calidad de vida de las personas infectadas. Sin embargo, aunque
el tratamiento antirretroviral es efectivo para suprimir la replicación, el
virus persiste en los reservorios y se recupera después de suspender la
terapia.
No obstante, existen los llamados controladores postratamiento, que
mantienen cargas virales indetectables sin tomar medicación, siendo un
modelo realista para el cuidado funcional del VIH. Otros casos de curación
están relacionados con el trasplante de médula ósea o en pacientes
excepcionales que tienen virus defectuosos o factores genéticos asociados
con una potente respuesta inmunitaria al VIH de un tipo de linfocito, las
células T CD8+, en los llamados controladores de élite.
A lo largo de los años hemos encontrado una caída pronunciada y progresiva del número de virus en el reservorio de la paciente, lo que sugiere un control por parte de la respuesta inmunitariaSonsoles Sanchez-Palomino, IDIBAPS
Ahora, investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS han presentado durante la
Conferencia Mundial AIDS 2022 un caso excepcional de curación funcional del
sida, en la que, aunque el virus no esté totalmente eliminado del organismo,
el sistema inmunitario del huésped es capaz de controlarlo sin necesidad de
fármacos.
Se trata de una paciente que, después de la supresión del tratamiento
antirretroviral, tiene un control absoluto de la replicación del VIH,
mantenido durante más de 15 años, con carga viral indetectable sin
medicación. En el trabajo han participado, además, investigadores de la
Universidad de Barcelona, el CIBER de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC)
y el Instituto de Salud Carlos III.
“El caso es excepcional, no solo porque hay muy pocas personas con control
postratamiento a largo plazo, sino también por el mecanismo de control del
virus, que es diferente al descrito en pacientes controladores de élite y a
otros casos documentados hasta ahora”, explica Josep Mallolas, jefe de grupo
en el IDIBAPS y director de la Unidad de VIH del Clínic.
Para los especialistas, este episodio aporta nueva luz sobre los mecanismos
por los que determinadas personas pueden controlar el virus después de tomar
terapia antirretroviral.
Además, abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias potenciales de
tratamiento para aumentar la actividad de las células implicadas en la
respuesta innata frente al virus.
UN CASO ÚNICO: 15 AÑOS DE CONTROL
El estudio describe los mecanismos inmunológicos de la paciente,
controladora postratamiento, que le han permitido mantener un dominio
absoluto de la replicación del virus durante más de 15 años. La mujer fue
diagnosticada en el estadio de infección aguda por VIH y fue incluida en un
ensayo clínico que prescribía dos tipos de intervenciones: un tratamiento
antirretroviral durante 9 meses y diversas administraciones del
inmunosupresor ciclosporina A (para mejorar la respuesta inmunitaria).
“La paciente no tenía los factores genéticos clásicos asociados con el
control del VIH y no era una controladora de élite de la enfermedad”, señala
Josep M. Miró, jefe de grupo en el IDIBAPS y especialista en enfermedades
infecciosas del Hospital Clínic.
La curación funcional del VIH es un objetivo mucho más realista a mayor escala que la curación esterilizante, por eso es tan importante entender los mecanismos subyacentesJuan Ambrosioni, Hospital Clínic-IDIBAPS
“A lo largo de estos años hemos encontrado una caída pronunciada y
progresiva del número de virus en su reservorio, lo que sugiere un control
por parte de la respuesta inmunitaria”, explica Sonsoles Sanchez-Palomino,
investigadora del IDIBAPS. Por otro lado, el virus pudo ser aislado y
cultivado en el laboratorio, lo cual indica que no era ‘defectuoso’.
Los investigadores vieron que en cultivos in vitro sus células sanguíneas
eran altamente resistentes a ser infectadas por el VIH, pero que sus
linfocitos T CD4+ purificados eran susceptibles a la infección. Esto sugiere
que otras poblaciones celulares de la sangre bloqueaban la infección y
podrían contribuir al control del virus.
Mediante un ensayo de inhibición viral, el estudio ha demostrado que existe
una fuerte represión del VIH promovida por dos tipos de linfocitos: las
células ‘natural killer’ (asesinas naturales) y los linfocitos T CD8+. Las
primeras forman parte del sistema inmunitario innato y constituyen la
primera línea de defensa frente a diferentes patógenos; los linfocitos T
CD8+ poseen un papel clave en la defensa de las células frente a virus y
bacterias.
“La paciente tiene niveles muy altos de las dos células que podrían bloquear
el VIH o destruir las células infectadas consiguiendo así el cuidado
funcional”, apunta Núria Climent, investigadora del IDIBAPS. “La gran
novedad de este trabajo es que hemos caracterizado a las células que
consiguen controlar el virus”, añade.
“La curación funcional del VIH es un objetivo mucho más realista a mayor
escala que la curación esterilizante –es decir, la eliminación completa de
todos los virus con replicación competente en pacientes infectados–, por eso
es tan importante entender los mecanismos subyacentes”, concluye Juan
Ambrosioni, médico en el Clínic e investigador en el IDIBAPS.
Artículo publicado originalmente en SINC
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