Este hecho permitiría ampliar la capacidad para inmunizar a la población en
aquellos países con una infraestructura médica precaria. Según datos de la OMS,
menos del 12 % de los habitantes de los países con menos renta han sido
vacunados contra esta enfermedad
Las vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm) se pueden volver a congelar sin
que pierdan su capacidad para inmunizar contra la covid-19, según un estudio
que publica la revista Vaccines y que han liderado el Hospital del Mar, el
Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y la
Universitat Pompeu Fabra (UPF).
Este trabajo facilitaría la vacunación en todo el mundo, sobre todo en los
países en vías de desarrollo, al optimizar la manipulación y transporte de
los viales ya preparados y reducir la infraestructura necesaria en los
países receptores.
Para comprobar si les afectaba el frío, una vez se habían preparado las
jeringuillas para su administración, los investigadores utilizaron restos
descartados en centros de vacunación, pero manipulados según las
especificaciones.
Una parte se inyectó en ratones de laboratorio en las condiciones
habituales y recomendadas por los fabricantes. Un segundo grupo de vacunas
se congeló a -20 ºC durante un mes y un tercero a -80 ºC durante el mismo
período. En todos los casos, los animales desarrollaron la misma respuesta
inmunitaria sin efectos secundarios. A la vez, se hicieron análisis de
estabilidad del ARN mensajero, con resultados totalmente normales.
UNA CAMPAÑA DE VACUNACIÓN DESIGUAL
El hecho de poder volver a congelar las vacunas “puede suponer un enorme
avance, permiten maximizar la potencialidad de todos los viales
reconstituidos y minimizar su desperdicio”, expone Santi Grau, uno de
los autores del estudio y director del Área del Medicamento del Hospital
del Mar.
Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en
Europa y en Japón se han perdido 240 millones de dosis y una parte de
las enviadas dentro de la iniciativa COVAX no se han podido aprovechar
por problemas de caducidad. Esto ha provocado grandes desigualdades en
la cobertura vacunal que, en los países desarrollados roza el 70 %,
mientras en los menos favorecidos no supera el 12 %.
Esta nueva opción mejora la manipulación de las vacunas en el país
emisor, congelar las jeringuillas y enviarlas a la destinación para su
utilización inmediata, sin necesidad de una gran infraestructura.
SIN EFECTOS SECUNDARIOS NI GRADOS DE INMUNIDAD DISPARES
Rafael Maldonado, primer autor del estudio y coordinador del Grupo de
Investigación en Neurofarmacología (Neurophar) de la UPF, apunta que
“tampoco se detectaron efectos secundarios destacables en los animales
que recibieron las muestras manipuladas en condiciones diferentes de
las indicadas por los fabricantes en relación con la posibilidad de
volverlas a congelar”. Esto puede abrir la puerta “a cambios en las
recomendaciones de almacenaje y manipulación de las vacunas”.
Volver a congelar las vacunas facilita superar las limitaciones de las infraestructuras para las campañas de vacunación de los países con rentas bajas y mediasOlivia Ferrández, Hosp. del Mar
Estas conclusiones pueden ser aplicables a otros tipos de vacunas.
Como explica la jefa del Servicio de Farmacia del Hospital del Mar,
Olivia Ferrández, “la posibilidad de volver a congelar las vacunas de
ARN mensajero contra la covid-19 ya preparadas para su administración
en jeringuillas facilita superar las limitaciones de las
infraestructuras para las campañas de vacunación de los países con
rentas bajas y medias”.
También puede favorecer su distribución tanto en grandes ciudades como
en áreas rurales. Anteriormente, el equipo que ha desarrollado este
trabajo había demostrado que estas vacunas, preparadas previamente
para su administración, se podían transportar a temperatura ambiente y
con unas condiciones máximas de seguridad durante, como mínimo, tres
horas.
Referencia:
Grau, S.; Martín-García, E.; Ferrández, O.; Martín, R.;
Tejedor-Vaquero, S.; Gimeno, R.; Magri, G.; Maldonado, R. COVID-19
mRNA Vaccines Preserve Immunogenicity after Re-Freezing. Vaccines
2022, 10, 594. https://doi.org/10.3390/vaccines10040594
Artículo publicado originalmente por SINC
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