Una investigación centrada en las áreas y conexiones de nuestro cerebro revela
que personas adictas al tabaco fueron capaces de dejarlo y superar su
dependencia tras sufrir un ictus o un derrame cerebral
por Edgar Hans Cano
Los trastornos por consumo de sustancias (TCS) son enfermedades que afectan
al cerebro y al comportamiento de una persona, lo que influye en su
capacidad para controlar sus deseos de consumir ciertas drogas. Entre ellas
se incluyen las legales, como el alcohol o el tabaco, pero también las
ilegales, como la heroína, el éxtasis o las metanfetaminas.
En España, según datos del Observatorio Español de las Drogas y las
Adicciones (OEDA), el 93 % de la población de 15 a 64 años ha bebido alcohol
alguna vez, lo que lo convierte en la sustancia psicoactiva con mayor
prevalencia de consumo. Le sigue con cierta distancia el tabaco, con un 70 %
de españoles que han fumado en, al menos, una ocasión.
En raras circunstancias, algunas lesiones como un derrame cerebral o un
ictus pueden provocar la desaparición repentina de estos trastornos. Al
estudiar este inusual fenómeno, investigadores del Centro del Cerebro y la
Mente de Turku (TBMC), en Finlandia, han identificado recientemente un
circuito cerebral relacionado con la remisión de estas adicciones, según
publican en la revista Nature Medicine.
“Hasta ahora no sabíamos a qué áreas dirigir los tratamientos, pero este
hallazgo podría solucionar esa limitación al señalar una red común para
varias adicciones”, cuenta a SINC el neurólogo Juho Joutsa, primer autor del
estudio.
¿Y cómo puede desaparecer la dependencia a las drogas tras una lesión? “Una
adicción es un aprendizaje que se desencadena en nuestro cerebro, por tanto,
el daño en esa zona puede inducir la pérdida de alguna conducta previamente
adquirida”, comenta Adriana Castro-Zavala, científica del Grupo de
Investigación en Neurobiología del Comportamiento (GReNeC) de la Universitat
Pompeu Fabra (UPF) que no ha participado en el estudio.
La investigadora pone como ejemplo a personas que, tras tener un infarto
cerebral, pierden la capacidad de caminar o hablar, de recordar ciertos
periodos de su vida, tocar un instrumento o hablar un idioma específico,
entre otras situaciones.
EN BUSCA DE DIANAS TERAPÉUTICAS
Al situar las lesiones de los pacientes, investigadores del Brigham Hospital de EE UU –que participan en el trabajo junto a los expertos de Finlandia– han relacionado la remisión del tabaquismo con áreas específicas del cerebro y no con regiones, como se pensaba hasta ahora.
Según los autores, el daño en dichas áreas (como la ínsula o el giro cingulado) alteran el recorrido que interviene en la remisión de la adicción a la nicotina. Por contra, los daños en el perfil de conexiones, observados en otros pacientes, no les hacían dejar el tabaco.
Al mirar más allá de las regiones del cerebro, hemos encontrado dianas terapéuticas y estamos ansiosos por probarlasMichael Fox, Brigham Hospital
“Al mirar más allá de las regiones individuales del cerebro, hemos encontrado dianas terapéuticas para combatir las adicciones y estamos ansiosos por probarlas en ensayos clínicos y poder mejorar las terapias existentes”, destaca Michael Fox, del departamento de Neurología del Brigham Hospital.
¿CÓMO SE HA LLEVADO A CABO EL ESTUDIO?
Los especialistas analizaron escáneres cerebrales de dos grupos
independientes de 129 pacientes adictos al tabaco con daño cerebral. De
estos pacientes, 34 se libraron repentinamente de su adicción al tabaco, por
lo que los autores decidieron comparar las lesiones de los pacientes que no
pudieron dejar de fumar frente a los que sí pudieron tras su lesión.
Durante esta comparación, trazaron un mapa cerebral para ubicar cada lesión.
Su investigación revela que, aunque los daños asociados con la remisión
ocurrieron en múltiples lugares del cerebro, todas podrían asignarse a una
red cerebral específica.
Asimismo, también descubrieron que “la reducción del alcoholismo se
corresponde con un circuito cerebral parecido, lo que sugiere que este
descubrimiento podría aplicarse en otras adicciones”, explica Joutsa.
MAYOR INVESTIGACIÓN PARA SUPERAR LAS LIMITACIONES
Los autores abogan por la validación de sus hallazgos mediante ensayos
clínicos y un examen de otras sustancias para determinar si sus resultados
pueden aplicarse ampliamente. Además, afirman que se necesita más
investigación, en particular sobre los posibles efectos secundarios que
pueden estar asociados.
“Los posibles efectos secundarios dependen de los métodos que se utilicen
para estimular el circuito cerebral, por lo que deben investigarse antes de
trasladar estos hallazgos en un tratamiento clínico. Las técnicas no
invasivas, por ejemplo, permiten modular transitoriamente dicho circuito
para investigar estos problemas”, comenta Joutsa.
Hay más factores que se deben de considerar: el entorno, la integración social, el tipo de droga, el tiempo de consumo, la edad de inicio o el sexo/géneroAdriana Castro-Zavala, GReNeC
“Las lesiones abordadas en esta investigación podrían haber ocasionado la
pérdida de alguna otra función, más allá de las áreas relacionadas con la
dependencia a sustancias. Con esto quiero decir que hay más factores que se
deben de considerar: el entorno, la integración social, el tipo de droga, el
tiempo de consumo, la edad de inicio o el sexo/género”, sostiene
Castro-Zavala.
La investigadora considera que este hallazgo “facilitará y favorecerá el
entendimiento de algo tan complejo como es una adicción. Sin embargo, no
significa que ya estemos ante el fin de esta pandemia que nos afecta desde
hace décadas”.
Referencia:
Joutsa, J., Moussawi, K., Siddiqi, S.H. et al. Brain lesions disrupting
addiction map to a common human brain circuit. Nat Med (2022).
https://doi.org/10.1038/s41591-022-01834-y
Artículo publicado originalmente en SINC
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