Entre el 7% y el 15% de los pacientes en hospitales adquieren al menos una
infección relacionada con la atención médica y un 10% de ellos muere, según
un estudio de la agencia mundial de salud, que sostiene que este problema
puede evitarse con prácticas tan simples como el lavado de manos
Si no se presta atención suficiente a la prevención y control de
infecciones, los centros de atención médica
pueden convertirse en propagadores de ese tipo de enfermedades,
perjudicando a pacientes, trabajadores sanitarios y familiares y amigos de
los enfermos, advirtió este viernes la
Organización Mundial de la Salud
(OMS).
Un nuevo
estudio
de la agencia de la ONU reveló que, dependiendo del país donde se
encuentren,
entre siete y 15 de cada cien pacientes internados adquieren al menos
una infección
asociada con la atención médica durante su hospitalización, y que una
media del 10% fallece como consecuencia de ella.
“Ningún país o sistema de salud, por muy sofisticado que sea,
puede afirmar estar libre del problema de las infecciones relacionadas con
la atención de la salud”, asevera el texto.
Sin embargo, las buenas prácticas de higiene de manos y otras
medidas del mismo corte pueden prevenir el 70% de esas infecciones, afirmó
la OMS.
Según el informe, las personas en
cuidados intensivos y los recién nacidos corren un mayor riesgo de
adquirir una infección.
CASOS DE SEPSIS
El documento también detalla que cerca del 25% de los casos de sepsis
tratados en hospitales y casi la mitad de los cuadros de sepsis con
disfunción orgánica ingresados en unidades de terapia intensiva para
adultos están relacionados con la atención médica.
Para el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, la
pandemia de
COVID-19
ha expuesto muchas fallas y retos en la prevención y control de
infecciones en todas las regiones y países, incluidos aquellos que
contaban con los protocolos más avanzados.
“Nuestro desafío ahora es
garantizar que todos los países puedan asignar los recursos
humanos, los suministros y las infraestructuras que requieren los
programas de prevención y control de infecciones”, dijo el doctor
Tedros.
POCOS PAÍSES CUMPLEN LOS REQUISITOS
Los datos del sistema de la OMS para monitorear el avance de los países
hacia la implementación del plan de acción mundial sobre resistencia a
los antimicrobianos mostraron que para el periodo 2020-2021, el
11% de las naciones aún no tenía un plan operativo de prevención
y control de infecciones y el 54% contaba con un programa que no estaba
implementado o que sólo se seguía en centros de salud seleccionados. En
esta categoría se incluyen la mayoría de los países de América
Latina.
Sólo el 34% informó tener un plan nacional para prevenir y controlar
las infecciones funcionando y de ellos,
apenas el 19% tenía un sistema para monitorear su cumplimiento
y eficacia.
En los últimos cinco años, el organismo realizó encuestas mundiales
para evaluar el estado de implementación de los programas nacionales
de prevención y control de infecciones, encontrando que para el bienio
2020-2021 sólo el
3,8 % de los países cumplía todos los requisitos mínimos
implementados a nivel nacional.
El estudio señala que el impacto de las infecciones asociadas con la
atención de salud y la resistencia a los antimicrobianos es
incalculable, aludiendo a que
cada año mueren más del 24% de los pacientes afectados por
sepsis relacionada con la atención sanitaria, más el 52,3% de los
pacientes tratados en una unidad de cuidados intensivos.
Esos decesos se duplican o triplican cuando las infecciones
son resistentes a los antimicrobianos, agrega.
AVANCES, PESE A TODO
La agencia de la ONU sostiene que, pese a todo, se han logrado
algunos avances y citó que un
mayor número de países asignan personal y presupuesto a los
programas de prevención y control de infecciones y capacitan a los
trabajadores sanitarios de primera línea, además de que han elaborado
directrices y programas nacionales para la vigilancia de las
infecciones asociadas con la atención de salud y con el cumplimiento
de la higiene de manos.
La OMS y sus socios apoyan a los gobiernos de muchos Estados para
que refuercen sus estrategias, establezcan requisitos mínimos
y adquieran componentes básicos de los programas de prevención y
control de infecciones.
En este renglón, el informe recalcó que
hacen falta inversiones urgentes para mantener y extender
esta asistencia a largo plazo.
La Organización Mundial de la Salud instó a todos los países a
impulsar las inversiones en programas de prevención y control de
enfermedades para proteger a los pacientes y trabajadores de la
salud,
mejorar la atención sanitaria y reducir sus costos para
todos.
Artículo publicado originalmente en
Noticias ONU
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