La falta de ejercicio unida al uso de dispositivos móviles puede provocar un
incremento de los dolores de espalda en niños y adolescentes. Así lo ha
explicado el traumatólogo y ortopeda infantil del Hospital Vithas Valencia
Consuelo, el doctor Jorge Sardá
El especialista ha alertado de que “cada vez controlamos menos las medidas
higiénico-posturales de nuestros hijos”. Así, el uso del móvil o la tablet,
“la posición de estudio o del ordenador en casa, los pupitres de tamaño
inadecuado en el colegio, así como una falta de ejercicio físico regular y
proporcionado para la edad” están motivando que cada vez se atiendan en la
consulta más casos de dolores de espalda, “especialmente dorsolumbares” en
niños y, sobre todo, en la adolescencia.
El doctor Sardá ha recordado que la ortopedia infantil es la parte de la
cirugía ortopédica y traumatológica que se ocupa de las lesiones y
trastornos del sistema musculoesquelético en niños y adolescentes, según
informa el grupo Vithas en un comunicado.
Así, ha resaltado que un niño “no es un adulto pequeño. Un niño tiene unas
peculiaridades anatómicas y funcionales propias de la edad que hacen que su
tratamiento y pronóstico no sea el mismo que el del adulto”.
En este sentido, ha señalado que el cuerpo del niño “está creciendo y las
fisis están abiertas, dato que la mayoría de las veces juega a nuestro favor
y si instauramos un correcto tratamiento conservador podremos evitar la
necesidad de una futura corrección”.
DETECCIÓN TEMPRANA
Respecto a la detección precoz, el doctor Sardá ha indicado que “es muy
importante para tranquilizar a los padres de la relevancia o no del
proceso y para poner tratamiento lo antes posible y muy frecuentemente
retrasar o evitar la cirugía futura”.
“Un buen control y seguimiento de la afección hace que muchas veces no
trascienda a más. Como ejemplo suelo comentar a los padres que la
ortopedia infantil es como el agricultor que coloca un palito al árbol
para que crezca recto y así no por otra cosa el emblema de la cirugía
ortopédica ya desde antiguo es el ‘árbol de Andry’, un árbol joven torcido
cuya deformidad se intenta corregir mediante una guía externa”, ha
manifestado.
“Los padres somos los que más conocemos a nuestros hijos, por lo que, ante
cualquier sospecha o inquietud, hay que consultar con su pediatra y, en su
caso, solicitar consulta con un ortopeda infantil para que lo valore”, ha
indicado, aunque ha apuntado que “ante cualquier afección infantil siempre
es bueno que sea revisado por un ortopeda infantil para valorar el alcanza
e importancia del proceso”.
Por último, ha recordado que las afecciones más comunes son las que
afectan a la columna, “especialmente la escoliosis, que es más frecuente
en la adolescencia y, sobre todo, en niñas”; los trastornos de los pies,
muy especialmente el pie plano y la marcha de puntillas; las alteraciones
de la marcha, dolores de espalda o las alteraciones en el eje de las
rodillas.
Artículo publicado originalmente en valencianoticias.com
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